La columna vertebral en la obra de Milagro Torreblanca  es el concepto de la violencia, ésta como algo intrínseca al ser humano y la cual se manifiesta desde diversos lugares de poder;  tanto la violencia que se puede generar de manera cotidiana entre pares, así como la que se ejerce en otros estamentos a través del propio terror de estado. 

Para trabajar sobre este concepto, la artista,  utiliza la palabra como acción simbólica, donde éstas son capaces de crear imágenes provenientes de nuestro propio sustrato cultural –como espectador- a modo de significado y significante. De esta manera, la palabra representada  y materializada a través de los más diversos objetos, no hacen más que reforzar aquella violencia que a la artista le interesa visibilizar. Es por esto que Milagro  se vale de las más diversas técnicas y materialidades para reflexionar y concientizar al espectador  sobre  la violencia en la sociedad.  Se apropia de imágenes y elementos de diferente procedencia para instaurar un juego conceptual y estético en su obra.

Si bien la violencia, es la primicia esencial que cruza el trabajo de la artista,  ella se aleja de la representación figurativa, no utilizando el dramatismo explicito, por el contrario, a través de la utilización del concepto, trabaja sobre una especie de triple código de aproximación a la realidad: código objetual,  verbal y  visual, donde referente, representación y lenguaje

Es a través de estas obras que Milagro Torreblanca, llega a construir un sistema de análisis que le da la obra conceptual, donde se permite definir a la obra,  la actividad artística y el modo en que esta encuentra su vía de realidad. 

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The backbone of Milagro Torreblanca’s work is the concept of violence: violence as something that is inherent in human beings and that can be inflicted from various places of power; as something that can occur between peers in everyday life, but that can also be perpetrated on another level through state terrorism.

In order to work on this concept, the artist uses words as symbolic action, where they have the power to create images that come from our own cultural background—as spectators—to act as signified and signifier. In this way, the word that is depicted and brought to life through a large assortment of objects only serves to emphasize the violence that the artist wants to expose. That is why Milagro makes use of a wide variety of techniques and materials to reflect on the violence in our society and to make people aware of it. She takes images and objects from different sources in order to introduce a conceptual and aesthetic game in her work.

While violence is the connecting thread that runs through the artist’s work, she moves away from the figurative representation and, instead of using explicit drama, she chooses to use the concept itself and work with a kind of triple code as an approximation to reality: the code of the object, of the word, and of the visual, which function as referent, representation and language.

It is through these pieces that MilagroTorreblanca builds a system of analysis that results in the conceptual work, and where the work, the artistic activity, and the means by which it finds its way to reality can be defined.

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